¿Qué potencia debe tener mi radiador?

Voy a dedicar algunas entradas de este blog a intentar aclarar algunos conceptos técnicos que influyen en el funcionamiento de la instalación de calefacción de nuestra casa.

Uno de los que más dudas generan a los usuarios es saber si el radiador que les han instalado es suficiente. Para eso lo primero que hay que saber es de que tamaño debería ser el radiador.

Para saber esto tengo que explicar un poquito como se calcula la instalación de calefacción. Lo voy a hacer sin entrar en números y fórmulas complicadas.

1. Vamos a suponer que hace mucho frío fuera y está caliente dentro.

Para hacer el cálculo de calefacción se parte de este supuesto. Se toma un día muy frío de la localidad donde estemos. Por ejemplo, Vigo tiene una temperatura exterior fría de más o menos 3ºC. Lugo, por ejemplo, más o menos -3ºC. Y también se va a suponer que el interior de la vivienda o local está caliente, a 21 ºC.

2. El calor va a intentar escaparse.

Cuando ponemos un cazo con agua a calentar, la llama, más caliente, pasa su calor a todo lo que le rodea. Del mismo modo, desde el interior de nuestro local el calor quiere huir hacia sitios más fríos.

3. Los cerramientos, las paredes, las ventanas, el suelo y el techo, no van a dejar al calor pasar.

¿Que separa nuestro local del exterior?, las paredes. Por supuesto no todas las paredes permiten el paso del calor del mismo modo. Algunas aíslan más y otras menos. Para que quede claro, lo que aísla en el interior de un pared o cerramiento, es el aislante.

Dirán algunos. Mi pared es de piedra, como la catedral de Santiago. Eso aísla un montón. La verdad es que no. Lo que pasa es que el frío tarda mucho tiempo en llegar al interior. Pero cuando llega, llega. Así que para aislar del frío hay que usar aislante y dejarse de tonterías.

4. Las paredes o muros <ciegos> no dejan salir demasiado calor. Tienes que ponerte en la habitación de la que quieres saber su potencia. Tienes que pensar en todas las paredes que te rodean. Lo normal es primero mirar hacia la ventana. La pared donde está esa ventana pierde bastante calor, pero «poco».

5. Las ventanas son la vía de escape del calor.

Es necesario ponerlo así de grande. Por donde se va el calor es mayoritariamente por las ventanas o los cristales. Aunque sean de lo mejor que hay en el mercado pierden, a igualdad de superficie, 4 veces más que el muro donde están.

Eso si son de lo mejor, si son normales, tipo climalit, o doble ventana sencilla. Pueden perder en torno a 6-8 veces más que el muro donde están.

Esto quiere decir que si usted tiene en su salón una ventana enorme de suelo a techo, bienvenido al mundo de los que gastan mucho en calefacción. Los arquitectos en los últimos años han usado este tipo de soluciones con asiduidad. Desde un punto de vista energético es una mala solución. Pero yo soy un ingeniero, si por mi fuera, las casas se parecerían a tanques, camiones o a máquinas. Menos mal que los arquitectos tienen mejor gusto que yo.

6. Las paredes, suelos o techos, que da a otras viviendas pierden aún menos. Como dije antes, tienes que ponerte en el centro de la habitación de la que quieres calcular el radiador. Algunas de las paredes, el suelo o el techo, si los atravesaras, verías a tus vecinos, u otra de tus habitaciones de casa. Esas paredes prácticamente no pierden calor.

Me parece que ha quedado claro que el tamaño del radiador depende en gran medida del tamaño de la ventana. Se podría estimar que por cada m2 de ventana harían falta al menos 100 W.

Esto no es todo. Además hay que calentar la casa desde frío.

Recuerdas que dije que se suponía que el interior está ya caliente y fuera hace frío. Pero, ¿y si la casa está fría?

Para esto lo que se hace es poner el radiador un poco más grande de lo que haría falta según los cálculos realizados antes. Además, de vez en cuando podemos abrir las ventanas para renovar el aire que respiramos. Todo eso se tiene en cuenta cuando se instalan radiadores y se incluye en su cálculo.